La vida es una gran oportunidad. Para vivirla al máximo, busca a alguien que merezca la pena, no te conformes con menos y experimenta, como afirma Augusto Sarmiento en su libro Vademécum para matrimonios (2013) que el amor verdadero implica una lucha continua por superar obstáculos. Y dejar de luchar es caer abatido en manos del enemigo.
Ya desde el noviazgo puedes comenzar a formar ese hacer equipo que os acompañará en la vida matrimonial. Pero, ¿cómo mantenemos el equilibrio en el noviazgo? ¿Cómo sé que no estoy renunciando a mis sueños personales por ceder a los suyos? Creo que lo vas a ver clarísimo si tu noviazgo tiene el primer ingrediente para amaros que es el respeto, regado con una comunicación clara, directa y fluida, donde no quede nada en el tintero.
Así, comprobaréis que creciendo individualmente creceréis ambos como pareja y experimentaréis que lo vuestro VALE LA PENA.
No habrá que renunciar o ceder, sino tomar decisiones conjuntas, derivadas de una comunicación fluida que os harán conoceros en profundidad y configurando el matrimonio que algún día llegaréis a ser.
No podemos perder de vista que todo, todo comienza con un noviazgo bien vivido, y sabiendo que se trata de dar el salto a un parasiempre, está claro que os va la vida en ello.
Me gustan mucho las comedias románticas, pero estarás conmigo en que (especialmente a las mujeres) nos han hecho un flaco favor a la hora de crearnos falsas expectativas sobre el amor. Porque nos podemos cegar y ver donde no hay y crear lo increado… AMAR con mayúsculas… es sólo para valientes. Y las grandes batallas las ganan los soldados cansados. ¿Te gustaría un amor así?