(Ref rosamariaaguilarfamily.wordpress.com)
Bueno, poco a poco, vamos desgranando este maravilloso libro de «Los cinco lenguajes del amor» de Gary Chapman. Solo pretendo «abrir boca» para que lo leáis y lo podáis trabajar. Puede ayudar a mejorar una relación y sacar jugo a ¿cómo queremos?, no solo a una mujer o marido, sino en general.
El cuarto lenguaje del que habla Chapman son los diferentes actos de servicio en el día a día que se hacen por amor al otro. Cosas que sabes que al otro le gusta que hagas. Para expresar tu amor buscas agradarle con pequeños detalles: lavar los platos, cocinar, pasar la aspiradora, planchar, limpiar el coche, cortar el césped, colgar un cuadro, arreglar un desperfecto, recoger la ropa de la tintorería, ir a comprar bombillas o pilas, hacerte un café, hacerte una gestión…detalles que necesitan un pensamiento, una planificación, un tiempo y un esfuerzo. Son expresiones de amor. Si luego te quejas has roto la magia.
En este tema cada uno puede desear cosas diferentes: «Las peticiones dan dirección al AMOR, las demandas detienen el flujo del amor». Vamos a dar alguna pincelada para aclarar esta frase de tanta enjundia.
El amor ES LIBRE. Es el gran acto de libertad. No depende de lo que siento sino de lo que quiero. Si exijo, rompo esa línea. Si soy capaz de pedir al otro lo que necesito, le doy la oportunidad de dármelo por amor, de lucirse. En cambio, las exigencias quitan libertad y trasladan al demandado al mundo del temor y la manipulación.
Piensa tres (no más) detalles de servicio que te gustaría que te hiciera tu marido o tu mujer.
Por ejemplo:
- Me encantaría que me hicieras café por la mañana porque te levantas antes.
- Me encantaría que me hicieras la cama por la mañana.
- Me encantaría que plancharas porque no me gusta.
Esto uno lo solicita como necesidad al otro y viceversa claro. Pienso: ¿Lo puedo hacer? ¿Es factible? Verlo y valorarlo SIN REPROCHES en una conversación tranquila sin enfados ni quejas. Es una oportunidad de servir, de lucirse: DE AMAR, DE ENTREGAR-SE.
Puede costar. Amar cuesta porque es un acto de la voluntad. Sentir es espontáneo.
El servicio que hace feliz a otro, hace feliz a uno. Es una inversión. Piénsalo.