Comunicarnos es dar a conocer a otra persona lo que somos, lo que sentimos; descubrirnos ante el otro. Cuando conocemos a alguien, nos gusta y queremos dar un paso más, nos esforzamos en saber todo sobre ella y querer conocer cada día más.
Pero tranquilo, no hace falta correr para conocerse, para llegar al final. Disfruta del camino; de la magia y el secreto de comunicar. Es cierto que todos tenemos formas diferentes de hacerlo. Algunos lo hacen mejor que otros, por eso conviene valorar cuál en nuestra forma de hacerlo, para poder mejorar.
Brevemente, me gustaría recordar los cinco niveles de comunicación descritos por John Powell. Es bueno conocerlos porque así puedes saber si tus conversaciones son más o menos profundas con un chico o una chica o quieres llegar a más.
El nivel más básico son las conocidas “conversaciones cliché” (Parece que mañana va a llover…) las típicas conversaciones de ascensor.
En el segundo nivel tendrían lugar las conversaciones “informativas” en las que hablamos de otras personas, hechos o situaciones en las que no compartimos nada personal. Se tienen con personas con las que aún no tenemos confianza, compañeros de trabajo, …
En el tercer nivel puedes comenzar a emitir opiniones, juicios o incluso ideas propias, de modo que te empiezas a dar a conocer al otro y puedes comprobar si coincide o no contigo. Este aspecto es muy importante si quieres saber qué piensa la otra persona sobre aspectos que son importantes para ti. Y supondrían un paso más delante de cara a comenzar una relación sincera o, por el contrario, quedar solo como amigos.
El cuarto nivel abre la puerta a sentimientos y emociones. Habla de ti en estado puro. Este nivel de comunicación te define como persona única. No conviene abrir el corazón y la intimidad en la primera conversación. Entremos a la intimidad de la otra persona como si fuera algo sagrado: de rodillas.
Por último, el nivel más íntimo de comunicación que comenta John Powell es el propio de los enamorados que llegan a una amistad profunda. Es el nivel que debes mantener y pelear con la persona con la que desees compartir toda tu vida. Es un nivel en el que cabe la honestidad, la sinceridad, compartiendo tus alegrías y deseos más profundos, siempre desde el respeto y el cariño.
En definitiva, para tener estrategias efectivas de comunicación debemos saber de dónde partimos y hacia dónde queremos llegar, siempre desde la sinceridad de querer conocer y darnos a conocer al otro. Con tiempo, sin prisa, sin adelantar etapas, ya que se trata de encontrar de entre todas las personas del universo, a la que formará parte de tu proyecto común. Es la aventura de conocer, esperar y si no es la persona adecuada, perder el miedo a decir la verdad por no hacerle daño.